Las Direcciones de Educación y Cultura se manifiestan con desagrado tras el accionar desaprensivo de quienes pintaron las paredes del histórico Anfiteatro Pedro Arozarena, situado en el corazón del Parque Miguel Lillo.


En consecuencia, ambas dependencias, a cargo de Patricia Britos y Juan Gamba respetivamente, ya se pusieron a trabajar para tapar esos grafitis de muy mal gusto que empañan un lugar emblemático de la ciudad, por donde han pasado artistas de primer nivel.


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