“Un golpe más no hace mella”. Esa fue la primera reflexión del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, tras haber sido agredido por los compañeros de un colectivero asesinado en La Matanza. “No los voy a denunciar”, aseguró.
En una improvisada conferencia de prensa desde el Hospital Churruca, donde recibió asistencia tras la golpiza, Berni dijo: “La situación estaba resolviéndose, después la infantería avanzó cuando les pedí por favor que no avanzara. Ese fue el desenlace”.
“Recibí muchísimos golpes”, indicó, y aclaró que fue diagnosticado con una fractura de cráneo y hundimiento de órbita. “Ahora deben informarme si me tengo que operar o no”, informó.
“¿Cómo voy a renunciar? Lo que tengo que hacer es duplicar los esfuerzos”, dijo, tras ser consultado por la prensa.
Noticia en desarrollo