Es un fenómeno en redes sociales (más de un millón de seguidores en Instagram), dirige una empresa que produce alimentos saludables que salieron de su cocina –barras de cereal, snacks, bocaditos y galletitas– y se venden en dietéticas y supermercados, publicó un libro (Las dietas tienen un final: los buenos hábitos duran para siempre), fue columnista del noticiero de Telefe y acaba de estrenar A todo hábito, un espacio interactivo producido por Telefe digital que se escucha por Youtube y Twitch en el que suma su granito de arena para crear conciencia sobre la importancia de la buena alimentación, comparte recetas, derriba mitos y brinda tips. Pero, además, la nutricionista Laura Romano (37) creó un método conocido como 80/20 que es furor, porque ayuda a bajar de peso cambiando los hábitos, sin fórmulas mágicas y con margen para el disfrute. Apasionada por lo que hace y dueña de una energía arrolladora, no para de generar nuevos proyectos. De todo eso habló con ¡HOLA! Argentina y posó en su casa con su marido, Matías Leoni, físico, y su hija Gaia.
–¿Cómo llegaste a la nutrición?
–En parte por querer entender lo que no entendía y que me había generado muchos conflictos y trastornos de alimentación en mi adolescencia, esto de por qué hay tantas dietas, tantos métodos, cuál es realmente la manera de comer saludable. Y en parte por querer ayudar a otras personas que estén pasando por lo mismo que yo.
–¿Qué fue lo primero que aprendiste cuando empezaste a estudiar?
–Me di cuenta de que la mayoría de esas dietas son pasajeras, mágicas e insostenibles en el tiempo, y eso me llevó a elegir este camino de la nutrición sin dietas. Y también descubrí que todo es más simple de lo que parece, que tener una alimentación saludable no es eliminar grupos de alimentos ni morirse de hambre, y le di mi toque.
–El famoso 80/20.
–Sí. Cuando estudiaba ya existía esta línea de “se puede comer de todo”, pero ¿cómo le digo a una persona que puede comer de todo? Y pensé: necesito encontrar una forma de darle estructura a este concepto, y así surgió esto del 80/20, que en economía se conoce como Ley de Pareto. Me puse a sacar cuentas de cuántas comidas serían por semana, me dio 28 contra 5, y me pareció un porcentaje lógico. Entonces pude estructurar la idea y empecé a insistir con esto del 80/20, 80 por ciento sano, 20 por ciento no. No es como hacer dieta, porque no se eliminan grupos de alimentos, pero sí se vigilan qué hábitos hay que cambiar. Y en ese 20 por ciento comés lo que quieras.
–¿Qué es “lo que vos quieras”? ¿Una porción de lemon pie, por ejemplo?
–Sí. La idea es que el 20 por ciento sea lo que comés habitualmente, o un poco menos. Entonces, si vos en el 20 por ciento del tiempo comés lo que habitualmente comerías en ese mismo asado o ese mismo cumpleaños, pero un poquito menos, y en el 80 por ciento del tiempo restante vigilás atentamente tus porciones, tu alimentación, tus horarios, etcétera, bajás de peso. Obvio que cumplir con ese 80 requiere esfuerzo, pero se compensa con el placer y la felicidad que te da el 20.
–Sos la nutricionista más viral y también tenés tu marca de alimentos saludables. ¿Fue difícil pasar del consultorio a dirigir una empresa?
–Al principio tuve mucho miedo, porque todo fue sin querer. Íntegra surgió porque no encontraba un producto para recomendar a mis pacientes para la merienda, no lograba dar con una barra de cereal que fuera realmente nutritiva y que diera saciedad. Empecé buscando una receta, encontré la tabla nutricional de ese producto, probé hacerla en mi casa y me salió muy bien. Y todo el proceso lo compartí con mis seguidores de Instagram, porque la idea original era darles la receta para que hicieran sus propias barritas. Hasta que la gente empezó a decir: “Todo bien con tu barrita, pero hacela para vender, porque yo no la voy a hacer, no tengo tiempo”. Y así fue: me lancé y lo hice.
–En muy poco tiempo tu marca se transformó en un boom. ¿Cuál fue la clave del éxito?
–Creo que hay varias razones. Nunca perdimos de vista el objetivo de ser saludables, supe armar un gran equipo, llegamos justo para cubrir un hueco que había en el mercado y, quizás lo más importante, la relación directa que tengo con la gente a través de las redes.
–Tuviste que aprender a dirigir un equipo.
–Sí, busqué las personas que supieran hacer lo que yo no sabía. Lo mío son las recetas, pero no sé comercializarlas, tampoco sé de marketing, ni de cómo fabricar en una planta. Encontré a las personas ideales para cada área y entre todos hicimos que la marca crezca. Y mi liderazgo es natural y empático. Yo pensaba que no sabía ser jefa, pero en realidad soy jefa a mi manera. No puedo enojarme, pero te reto haciendo un chiste o con una ironía.
–¿Qué dijo tu marido cuando le contaste sobre el proyecto?
–Mi marido me apoya en todo, es lo más. Sólo me dijo: “¿Estás segura de que no te va a doler si te critican?”, porque yo estoy expuesta y él es el que me ve llorar porque alguien me dijo algo feo. Pero la verdad es que lo llevo bien. Tengo cercanía con la gente, me escriben y me comentan todo sobre los productos, lo bueno y lo malo, es un diálogo espontáneo, y yo, con ese feedback, también mejoro las recetas. Mirá, hace poco hicimos una reformulación de la galletitas medio por casualidad. La gente me venía diciendo “están raras, no son como antes”. Y yo revisé parte por parte el proceso, tratando de encontrar qué pasaba. Estuve como cinco meses trabajando en eso y seguían saliendo como apelmazadas. Hasta que un día me llamaron de la fábrica y me dijeron: “Laura, hubo un error, nos confundimos e hicimos una producción con avena gruesa en vez de avena instantánea”. ¡Había sido un error! Cambiamos la receta y salieron espectaculares. Y yo mostrándolo en Instagram, porque me gusta que la gente se sienta parte.
–Tenés un talento natural para comunicar.
–Soy así, no soy un personaje falso, armado para las redes. Soy como ven. Incluso soy bastante más personaje de lo que me muestro. [Se ríe]. Y me doy cuenta, además, de que me es fácil comunicar si me muestro tal cual soy porque genero cercanía. Y soy la misma aunque ahora tenga una marca. Voy a una de las cadenas de cafeterías más importantes, miro las barritas y le digo a la chica que atiende: “Están buenas las barritas, ¿las probaste? Las hago yo”. No sé qué pensará la chica, aunque medio me mira con cara de “qué me importa”. [Se ríe].
–¿Quién cocina en tu casa?
–Cocino junto con Grace, que es la señora que me ayuda y a la que vuelva loca con mis menús semanales. Le mando el menú y el link de las recetas de mi Instagram. Tengo muy organizado el menú, que no es muy estricto y tiene variantes. Día de milanesa, día de pescado, día de legumbres. Amo cocinar, me encanta. –¿Tu marido y tu hija tienen opinión sobre el menú? –Mi marido siempre quiere más carne. [Se ríe]. Pero obvio que en casa se come 80/20, nosotros dos y también mi hija.
Maquillaje: Micaela Roza @micaelaroza para @frumboliestudio Agradecimientos: Portsaid