NUEVA YORK (Reuters).- Sayfullo Saipov, el terrorista que arrolló con un camión a ciclistas y peatones que iban por una ciclovía de Manhattan, en un episodio donde murieron ocho personas, entre ellas cinco rosarinos, y doce resultaron heridas, fue sentenciado ayer miércoles a cadena perpetua sin posibilidad de quedar en libertad. Ocurrió después de escuchar el relato de una veintena de familiares y víctimas. Antes de recibir la condena, el agresor habló y no se mostró arrepentido.
El 31 de octubre de 2017, Saipov utilizó un camión de alquiler de Home Depot para atropellar a la gente en un calle junto al río Hudson, en el lado oeste de Manhattan, con la esperanza de que el ataque le ayudara a ganar la membresía en el Estado Islámico (EI), dijeron los fiscales.
Dirigiéndose al tribunal antes de la sentencia, el atacante pareció alabar a esa organización y sugirió que sus víctimas sufrían menos que los musulmanes de todo el mundo.
”Estuve aquí en el tribunal durante los tres meses que duró el juicio, y vi y escuché a las víctimas, familiares y amigos”, dijo el asesino. “El tribunal se llenaba con las lágrimas y la sangre de la población musulmana”, aseveró.
Muchos de los muertos y heridos en el atentado eran ciudadanos extranjeros que visitaban Nueva York, la ciudad más poblada de Estados Unidos. La mayoría de las personas que intervinieron en la audiencia viajaron desde la Argentina y también desde Bélgica, donde vivían otras de las víctimas.
Los rosarinos fallecidos Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi eran exalumnos del colegio Politécnico de Rosario y habían viajado a Nueva York para celebrar el 30º aniversario de sus graduaciones. En tanto, también murieron en el ataque Anne-Laure Decadt, oriunda de Bélgica; Nicholas Cleves, un ingeniero de software de 23 años que vivía en Manhattan; y Darren Drake, un trabajador financiero de 32 años de Nueva Jersey.
El juicio en contra de Saipov duró dos meses. Ana Evans, la viuda de Mendoza, había pedido que el terrorista fuera condenado a pena de muerte. También esa era la solicitud del gobierno estadounidense, hecho a través del fiscal federal. Pero los miembros del jurado no se pudieron poner de acuerdo al respecto y por eso lo sentenciaron a cadena perpetua.
Ahora se espera que Saipov cumpla su condena en el centro Supermax de Colorado, la prisión federal estadounidense más segura, donde deberá pasar 22 o 23 horas al día solo en una celda con una cama de hormigón.