Uruguay ha empezado a mostrar signos de recuperación después de los estragos que tuvo la pandemia de Covid-19 en la economía. (Infobae)
En la pasada jornada el dólar estadounidense cotizó al cierre a 38,15 pesos uruguayos en promedio, lo que implicó un cambio del 1,64% si se compara con los 37,53 pesos uruguayos en promedio de la jornada anterior.
Teniendo en cuenta la última semana, el dólar estadounidense marca un incremento del 0,34% aunque, por el contrario, en el último año mantiene aún una disminución del 1,14%.
Si confrontamos el dato con jornadas pasadas, cambió el sentido del dato anterior, donde se saldó con una bajada del 0,45%, sin lograr establecer una tendencia estable en fechas recientes. La volatilidad referente a la última semana fue superior a la acumulada en el último año, por lo que está pasando por una fase de inestabilidad.
Diagnóstico del peso uruguayo
El peso es la moneda de circulación oficial en Uruguay desde 1993 y sustituyó a los viejos pesos luego de que el país sufriera un periodo de inflación alta.
Fue a partir del 29 de octubre de 1991 cuando el Banco Central del Uruguay fue autorizado para emitir nuevos billetes para remover los viejos pesos uruguayos que equivalían a 1.000 nuevos pesos. La moneda comenzó a circular hasta marzo de 1993.
En la década de 1990 se introdujo un nuevo mecanismo para poder prever con mayor acierto el valor del peso con respecto al dólar, estableciéndose un sistema de bandas de flotación.
Más tarde, en el año 2002 ya con Jorge Batlle como presidente, Uruguay vivió una crisis financiera debido a la fuga de capitales, por lo que fue difícil controlar el mercado de cambios hasta que meses más tarde se decidió optar por el sistema de flotación independiente, que es el que se ha mantenido hoy día.
Luego de la maxidevaluación de 2002 le siguió un periodo de apreciación de la moneda. Cabe apuntar que las monedas usan animales y figuras patrias al reverso como diseño.
En lo económico, Uruguay se distingue en América Latina por su alto ingreso per cápita, sus bajos niveles de desigualdad y pobreza, siendo el 60% de su población clase media.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para este 2023 la economía uruguaya podría crecer hasta 3%, lo que implicaría una desaceleración influenciada por un menor crecimiento de los principales socios del Mercosur, la ralentización económica mundial y el endurecimiento de las políticas monetarias.
Entre los retos que enfrenta Uruguay están el mejorar su competitividad y crecimiento a largo plazo, incorporar a las mujeres a las actividades económicas y transformar la educación.